¿Es sano fumar cachimba? | Datos científicos al respecto
¿Es nocivo fumar cachimba? Te contamos todo lo que dice la ciencia sobre ello
Fumar shisha es un auténtico placer que cada vez está más extendido entre la población. Tanto gente joven como adultos disfrutan de distendidas reuniones de amigos en las cuales comparten una buena cachimba y pasan un rato divertido.
Por supuesto, esto no es cosa de ahora. Desde hace varios siglos, la cachimba, shisha o nargile ha sido utilizada como acto de ocio y ritual en muchas culturas asiáticas, árabes y del próximo oriente.
Sin embargo, lo que también es un hecho es que se trata de una actividad muy controvertida, en especial por el efecto que tiene sobre nuestra salud. Prácticamente, cualquier consumo en exceso es perjudicial para nuestro cuerpo, pero, ¿qué dice la ciencia sobre el consumo ocasional de cachimba? ¿Es igual o peor que fumar cigarrillos? Lo vemos a continuación.
Shisha o cigarrillos. ¿Qué es mejor o peor?
A pesar de que estos productos que contienen tabaco pueden contraer, efectivamente, un riesgo para la salud (sobre todo si se consumen en exceso), comparar la cachimba con los cigarros convencionales no tiene demasiado sentido y puede inducir a error y engaño a sus potenciales consumidores.
En primer lugar, el tabaco de la shisha es sometido a una temperatura inferior a la de un cigarro normal, ya que no se quema sino que simplemente se cuece, por lo que estaremos introduciendo en nuestros pulmones un aerosol cuatro veces menos caliente que el humo de un cigarro.
Este aerosol tiene una composición menos perjudicial, ya que contiene un 75% de agua y glicerol, siendo el resto las hojas de tabaco. En el caso del cigarrillo industrial, estamos hablando de un 75% de alquitrán, nicotina y monóxido de carbono. La diferencia, como se puede apreciar, es clara y notoria.
Por si fuera poco, la cachimba o shisha es un pasatiempo relacionado con el ocio y la vida social, que se consume con mayor moderación y de forma mucho más ocasional. Esto contrasta con el cigarrillo, que se suele consumir de forma diaria y sin ningún tipo de control. Hablamos de una o dos veces por semana como mucho en el caso de la cachimba y entre 20 o 30 cigarrillos.
Por lo tanto, resulta ridículo comparar una experiencia cultural de años de antigüedad con un fuerte impacto social, con una práctica común y mucho más nociva para la salud como lo es fumar cigarros industriales.
¿Eso quiere decir que la cachimba es 100% segura?
La respuesta es no. Aunque fumar shisha sea mucho menos perjudicial que un cigarro por las razones que hemos expuesto anteriormente, esto no quiere decir que su consumo sea inocuo. Cualquier consumo de tabaco puede llegar a ser perjudicial en cierto grado.
La principal diferencia que hace que no sea ni mucho menos tan nociva, es la temperatura a la que se inhala la cachimba. Mientras que el cigarrillo se quema, la shisha simplemente se calienta y cuece a temperaturas altas.
Mitos sobre el consumo de cachimba
El mundo de la cachimba no se libra, como tantos otros, de sufrir ataques vertidos a través de la desinformación y la ignorancia. Un buen ejemplo de esto es que, en diversos portales web o publicaciones de poco rigor científico, se suele declarar que el consumo de shisha durante aproximadamente una hora es el equivalente a fumar 100 o 200 cigarrillos.
Para desmentirlo, una investigación divulgada por el Centro de Cooperación para la Investigación Científica del Tabaco (CORESTA) reveló que una popular marca de shisha, que contiene mucho menos tabaco que los cigarrillos, produce un aerosol que es 75% agua (60%) y 15% glicerol.
El humo de los cigarrillos, que contiene alquitrán, nicotina y monóxido de carbono en proporciones del 75%, es muy diferente. El mismo estudio descubrió que cuando la melaza con sabor a shisha se calienta, lo hace a temperaturas considerablemente más bajas y produce un aerosol que tiene niveles mucho más bajos de nicotina y otros ingredientes que el humo del cigarrillo.
Por ejemplo, según la investigación de CORESTA, dos cigarrillos tenían la misma cantidad de nicotina que el aerosol producido por una hora de calentamiento de shisha aromatizada. Las innovaciones en el calentamiento de la melaza de la shisha deberían minimizar aún más las sustancias químicas del aerosol, lo que exige más investigación.
¿Fumar cachimba hace que los jóvenes caigan en el tabaquismo?
Aunque puede tener cierta relación residual, la shisha no se relaciona con un aumento directo del tabaquismo en jóvenes y adolescentes. Estudios realizados en Estados Unidos demuestran que el consumo de cachimba en estos rangos de edad es drásticamente inferior al de los cigarrillos electrónicos o vapers.
Además, la shisha se relaciona con una actividad mucho más orientada al ocio y la reunión social, por lo cual, de forma inevitable, se realiza con menos frecuencia que fumar cigarros o vapers. Esto hace que no pueda asociarse de forma indiscutible a un aumento del tabaquismo.
¿Qué diferencia hay entre la cachimba con sabor y sin sabor?
La shisha sin sabor y la shisha con sabor son dos productos muy distintos. La shisha sin sabor es extremadamente difícil de encontrar en nuestro país, y está hecha con una combinación de componentes diferente (esto incluye una mayor proporción de tabaco) y sólo puede consumirse quemando tabaco e inhalando el humo resultante.
Un buen ejemplo de esto es la melaza egipcia sin sabor, que tiene cantidades mucho mayores de nicotina y tabaco que la consumida en occidente. Al contener menos glicerina, para fumarla es necesario cubrir inmediatamente la combinación de tabaco con carbón vegetal, que lo quema y hace que se liberen mayores cantidades de toxinas.
En conclusión, el consumo de cachimba o shisha de forma ocasional no genera un impacto perjudicial en los jóvenes a nivel de salud y adicciones. Además, no se puede comparar en absoluto con el consumo de cigarros o cigarros electrónicos.